Ekeko, Dios de la abundancia y prosperidad

Ekeko, Dios de la abundancia y prosperidad

El ekeko es un símbolo de la abundancia, fecundidad y alegría. Es una manifestación cultural con origen en el altiplano andino y aún hoy en día recibe culto pagano en Bolivia, Perú, norte de Chile y Argentina.

Originalmente el nombre provenía del quechua iqaqu (en quechua: ekjakjo)

Historia:

Cuenta la leyenda que era un campesino muy trabajador que comerció y trabajó tanto que hizo muchísimo dinero, que después lo cargaba en su espalda, por ello se volvió un legítimo y poderoso amuleto de riqueza y prosperidad para los negocios y para el hogar.

El Ekeko (Dios de la prosperidad y abundancia) para los países andinos, fumaba mucho para mantenerse despierto y seguir trabajando para almacenar su gran fortuna.

La Iglesia católica intentó erradicar su culto en tiempos de la colonia, sin mayor éxito, aunque la imagen llegó a sufrir ciertos cambios: fue vestida y sus rasgos cambiaron a los de un mestizo.

Los ekekos son amuletos para atraer prosperidad y abundancia, así que cuanto más grande y más cargado el Ekeko, mayor es la promesa de riqueza para su dueño. Muchas familias peruanas tienen un ekeko en casa y su imagen suele aparecer en boletos de lotería.

En Perú y Bolivia, cada 24 de enero, se celebra «el día del Ekeko». La ciudad de Puno es la más representativa para este festejo donde llevan al Ekeko a dar una vuelta por las principales calles de la ciudad. Después hacen sahumerios y le echan cerveza, champán y le piden que sus deseos se hagan realidad.

Debes hacerle un regalo y combinarlo con su vestimenta o dejarlo muy cerca de él. La ofrenda que decidas hacerle debe tener relación con el tipo de deseo que le quieras pedir. Una vez le has ofrecido tu regalo, para que haga efecto el “poder” del Ekeko, debes darle de “fumar” los días viernes. Mientras el Ekeko “fuma”, pides de nuevo tu deseo..

Y por último, pero no menos importante, deberás conocer el decálogo del Ekeko:

“Soy chiquito y barrigón, más gracioso que bufón. Voy al campo y a la ciudad, bienestar y felicidad. Mi fortuna es para todos, doy al pueblo de mil modos. Salud, dinero y amor; y adiós desgracia y dolor. Cargando regalos doy, alegre, dichoso estoy. Ven a mi fiesta en Alasitas, ahí con fe me solicitas, si feliz tú quieres ser, ahí comprar es tu deber. Compra y haz que lo bendiga, plata y suerte te persiga. Soy la dicha popular la fortuna del hogar. A comprar con devoción y a ganar mi bendición.”

Share this post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies